El consejero de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha visitado hoy el IES Luis Vives, en Leganés, donde ha conocido la primera Maker-Lab de la región. En sus instalaciones se ofrecen oportunidades de mejora a las empresas madrileñas, especialmente a las pymes, dando respuesta, desde los centros de FP, a retos reales del ámbito de actividad de las mismas.
El IES Luis Vives fue uno de los centros en los que, en 2017 y de manera pionera, se desarrolló -junto a los IES Clara del Rey y Puerta Bonita, de Madrid- el proyecto de Aulas Profesionales de Emprendimiento para impulsar las habilidades emprendedoras. Una iniciativa de carácter eminentemente práctico, encaminada a potenciar el emprendimiento y el autoempleo entre los alumnos, a los que se ofrece una doble línea de aprendizaje y oportunidades.
Mediante esta iniciativa se facilitan los instrumentos necesarios para la constitución de microempresas, como un espacio físico adecuadamente equipado, una plataforma virtual de emprendimiento, además de poder contar con un mentor que atienda y acompañe la propuesta.
Gracias al Aula de Emprendimiento, el IES Luis Vives de Leganés ha desarrollado diversos proyectos para el desarrollo del autoempleo, como la aplicación informática No esperamos colas, que obtuvo el primer premio en el Programa Innova 2019 de la Fundación Create. Se trata de una app, desarrollada por alumnos del centro e instalada en la administración de loterías Doña Manolita, por la cual se avisa a los clientes por una alerta en su móvil cuando su turno esté próximo para adquirir los boletos.
El consejero también ha conocido un programa del IES Luis Vives por el que se reciclan las aguas grises producidas en los ciclos formativos de la familia profesional de Imagen Personal, de manera que el agua procedente de talleres de Peluquería y de Tratamientos Estéticos se reutiliza en las cisternas de baños, mediante un sistema de reciclaje y almacenamiento.
Asimismo, el IES Luis Vives apuesta por una instalación basada en la idea alemana de la certificación passivhaus, que acredita espacios en los que lo primordial es la eficiencia energética. Para ello, este centro cuenta con un contenedor marítimo que emplea placas solares que consiguen un consumo energético tendente a cero; la utilización de una caja oscura para el sistema de calefacción y refrigeración mediante arcilla porosa; controles de medición climática, y controles de CO2.
Por otro lado, el instituto colabora con la empresa Escribano Mechanical & Engineering, que se ha traducido en la cesión de una fresadora de tres ejes, la creación de un aula de formación en las instalaciones de la empresa, y la entrega de diferentes programas informáticos profesionales específicos de la industria metal-mecánica para la formación de alumnos, así como formación específica para el profesorado.
Esta compañía emplea a más de 100 alumnos madrileños, ya sea mediante prácticas o con contrato en aquellos casos de alumnos con los estudios ya finalizados. La capacidad productiva de Escribano Mechanical and Engineering está siendo clave en el proyecto de producción de ventiladores pulmonares durante la crisis del COVID-19.